Por falta de tiempo, comodidad o desgano, cada día son más las personas que eligen, incluso varias veces a la semana, comer esta clase de alimentos, más conocidos como comida “chatarra” o fast-food (comida rápida, en inglés).
Esta alimentación se caracteriza por un contenido excesivo de calorías, grasas y sal. Es muy común entre los jóvenes, personas que viven solas o parejas en las que ambos trabajan muchas horas al día.
Ventajas y desventajas
Por lo general tienen buen sabor, son baratas, se pueden comer en pocos minutos, no hay que lavar platos y es posible ingerirlas en cualquier lugar y hasta de pie.
Si este tipo de comidas se transforma en un hábito, las consecuencias inmediatas pueden ser: exceso de peso, colesterol elevado, aumento de la presion arterial, diabetes o enfermedades cardiovasculares.
La incidencia de estos alimentos sobre el estado de nutrición y la salud varía si ingerimos esta comida de manera seguida. Tanto para niños como para adultos, no es lo mismo si se consume comida “chatarra” una vez a la semana que todos los días.
Te invitamos a que reflexiones con nosotras:
Sería interesante que todas las personas, especialmente aquellas que tienen hijos pequeños, sean concientes de las consecuencias que produce esta forma de comer.
En ocasiones, lo cotidiano nos impide detenernos un momento y reflexionar sobre actos que atentan gravemente contra nuestra salud.
Pero vale la pena hacer un esfuerzo para modificar aquellas costumbres contrarias a nuestro bienestar.
Ingerir más lecteos (leche, queso, yogurt), vegetales frescos (crudos o cocidos) y frutas de estación es una salida saludable, rica e igualmente rápida. En fin: usar el freezer y el microondas es más sano que acudir cada vez que no tengamos ganas de cocinar al engañoso mundo del delivery y la comida “chatarra”.